Los cuentos fantásticos de duendes, demonios y brujas también son parte de la selva amazónica. Lo que no es común es que esos cuentos fantásticos, considerados por muchos habitantes como leyendas, tengan una aparente influencia de historias europeas. La Guaymitera, una especie de bruja de párpados caídos que vive en la profundidad de la selva, ha capturado a un trío de niños y tiene el firme objetivo de engordarlos para poder meterlos a una olla y comérselos. Esta fábula, que inevitablemente nos recuerda a los hermanos Grimm, es contada en lengua ticuna por Santa Santos tal como la recuerda desde su infancia.
En la antigüedad, existía un ser que vivía en la selva, este podía leer los pensamientos de la gente a pesar de estar en lo profundo de la selva, su nombre es Waimitera un ser que no se distingue si es hombre, mujer o animal. Su apariencia intimidante, hace que los lugareños lo recuerden como el guardián del bosque y protector de la naturaleza. Aquí Santa Santos cuenta una historia basada en este ser mítico, pero lo hace desde una versión que no conocía, una versión propia”. Tiene una particularidad y es la originalidad de la narración. La historia despierta en el público chispas de interés (a pesar de ser contado en ticuna)
Héctor Gómez Tello